publicaciones

“Los pueblos indígenas en las ciudades: una realidad desconocida que despierta múltiples prejuicios”

La imagen extendida en el conjunto de la sociedad, acerca de los pueblos indígenas, supone (erróneamente) que residen en áreas rurales alejados de los grandes centros urbanos o en los denominados “Desiertos” (Chaco y Patagonia). En las ciudades, la presencia indígena se encuentra sistemáticamente negada, ocultada tras diversos grupos discriminados y excluidos – como los denominados “cabecitas negras”, “negros”, “villeros”, o bien bolivianos, paraguayos, peruanos, etc.-. A ello se le suma otra falacia la cual asume, sin motivo alguno, que “dejan de ser” indígenas cuando migran a las ciudades y por lo tanto (supuestamente) “pierden su cultura”, que estaría asociada a “lo rural” en tanto ámbito “natural” de pertenencia indígena.

“Todavia nos duelen esas masacres… el pueblo mocovi,el pueblo qom, seguimos reclamando justicia”

El genocidio se nos presenta, muchas veces, desde el sentido común –y desde algunas lecturas– como un fenómeno que no es usual, como una “particularidad” o como un “exceso” (Trinchero, 2009:47). Sin embargo, el grave error de estas concepciones está en la imposibilidad de analizar el genocidio como prácticas sistemáticas y recurrentes, pero que además no se limitan únicamente al momento colonial. Por el contrario, el genocidio hacia los pueblos indígenas (como también hacia otros grupos sociales como obreros, etc.) son constituyentes de la modernidad y del Estado argentino capitalista conformado a partir de mediados del Siglo XIX (Trinchero, 2009).